La desidia, la dejadez o la falta de compromiso de los vecinos, son uno de los mayores enemigos de las comunidades de propietarios. A muchos les basta con que no se les moleste y a otros con que no les hagan acudir a las Juntas. Y mientras tanto, muchos presidentes y administradores se aprovechan de este desinterés por la comunidad para gestionar sin oposición y logrando esa aparente satisfacción de todos los propietarios. Pero, ¿qué se esconde realmente detrás de este tipo de gestiones?
Presidentes perennes
Es bastante común en muchas comunidades que un vecino ejerza el cargo de presidente de manera continua debido a que ningún otro propietario desea el cargo. En ocasiones, esta persona es honrada y mantiene una gestión de la comunidad ejemplar, digna incluso de admiración, pero la experiencia nos ha mostrado que esto ocurre en el menor de los casos.
Tristemente, lo habitual es que exista un interés oculto de esta persona por mantenerse año tras año en la presidencia, camuflando este apego como vocación o devoción por la comunidad y siempre aprovechando el desinterés del resto de vecinos. Lo que aparentemente son gestiones eficaces en realidad esconden comisiones ocultas en ciertos servicios o proveedores, cobros sin declarar por sus “funciones” o simplemente contrataciones de familiares o allegados. Cabría señalar que se llegan a dar casos de apropiación indebida o de usos indebidos de las cuentas de la comunidad para fines particulares.
Sea cual sea el caso, nuestra recomendación es que no haya presidentes perennes y que se desconfíe cuando exista un interés por parte de un vecino por mantenerse en el cargo.
Administradores opacos
Del mismo modo encontramos diariamente negligencias y fraudes en la gestión de algunos “administradores” que, sin pudor alguno, aprovechan la falta de interés de los vecinos para hacer y deshacer a sus anchas. Cuotas mal calculadas, comisiones, incidencias no atendidas, ausencia de explicaciones, cobros sin declarar, facturaciones sin IVA, etc. Todo ello con una única finalidad, enriquecerse a costa de la comunidad.
Cuando un administrador se limita a dar a los vecinos el balance anual de gastos e ingresos, está demostrando una falta de transparencia en su gestión que es intolerable. Piensen en lo que harían si su entidad financiera no les diera explicaciones de su cuenta nada más que una vez al año. A buen seguro que cambiarían de banco al día siguiente. Pues esto mismo ocurre con los administradores que no ofrecen la posibilidad de consultar la situación de la comunidad o que se demoran cuando algún vecino les pide explicaciones. Recuerden que ustedes son propietarios y tienen derecho a acceder a esa información en cualquier momento.
Un factor importante a tener en cuenta para detectar a los administradores poco profesionales y que, por tanto, realizan este tipo de gestiones opacas o fraudulentas, es que únicamente compiten en precio, es decir, que ante la amenaza de otro servicio de administración más profesional y competente, emplean tácticas de rebajar sus precios para mantener al cliente. Esta acción, además de demostrar poca profesionalidad, que poseen escasos recursos y capacidad de mejora o que infravaloran su propio trabajo, denota una escasa o nula formación empresarial, lo que hace que cometan errores y negligencias en sus funciones como administradores.
Tanto los “presidentes perennes” como los “administradores opacos” existen gracias al desinterés de los vecinos que no sienten como propia la comunidad y olvidan que son sus cuotas las que alimentan estas malas gestiones.
Para evitar problemas y costosos daños, muestre interés por su comunidad y exija claridad y profesionalidad.